Después de una mañana de playa en la Barrosa -últimamente solo puedo enseñaros el pie porque he cogido unos kilitos, así que ya estoy a dieta- decidimos ir al rancho que han abierto en chiclana, me pedí pescado a la plancha y gambas cocidas. La cosa empezó mal, nos trajeron 2 cervezas s/a tan calientes que le dije a la camarera que se había equivocado que no habíamos pedido café o que me trajera fideos y hacíamos un puchero. Llevábamos media hora viendo pasar las "peazo de parrilladas" que suelo pedir. El hambre aumentaba y me empezaba a arrepentir con mi elección, me levanto y le digo a la camarera, "hija ve poniendo las gambitas o es que las están cociendo..." y resulta que LAS ESTABAN COCIENDO, creí que se estaba quedando conmigo, pero cuando llegaron con el fondo del plato enguachisnao, dije "mejor no pregunto por la hamburguesa de pollo, seguramente le estaban dando pienso al pollo hasta que llegamos..." Después de 3/4 de hora llegó el guiso de venado, ni foto he hecho porque ni la presentación ni el sabor lo merecía, cuando llegó la hamburguesa mi niña se había comido un paquete de picos y 2 bollos de pan. Para l@s que sabéis la poca paciencia que tiene, se portó como una campeona. Los postres: tarta de chocolate y la de nueces, se merecen un 10, vamos a ser justos, pero en cuanto a la comida, siento decir, que les queda mucho para tener la misma calidad que en Sanlúcar. Eso si las parrilladas que veíamos pasar seguro que riquísimas, pero tienen que cuidar todos los platos de los que disponen.
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